miércoles, 23 de abril de 2008
ALGARROBO
Prosopis flexuosa es un árbol medio bajo, de no más de 5 m en altura y 6 dm en diámetro, aunque raramente se encuentren árboles tan crecidos (por las talas); tronco corto, ramas largas, decumbentes; raíz central, con crecimiento vertical primero, y luego desarrolla raíces adventicias.
Espinas axilares, geminadas, 0,3–6 cm de largo, pocas veces solitarias, más generalmente en pares. Hojas uni o raramente biyugadas, caducas, pecíolo de 0,7–9,5 cm de largo, con pinnas de 3–15 cm de largo, a menudo arqueadas cuando secas, impresas, con 9–17 pares lineales, opuestas, principalmente glabras, obtusas, con foliólulos de 0,5–1,5 cm de largo por 0,8–1,5 mm de ancho, subcoriáceos.
Flores en racimos densos, 6–14 cm de largo. Fruto legumbre lineal, sabor desagradable y amargo, lignificado y muy pobres en azúcares, y muy tánicos; comprimida, recta, subfalcada raramente subanular, suturas paralelas, u onduladas y submoniliforme. De color amarillo pálido en la forma típica, pero frecuentemente violáceos, 7–17 cm de largo y 0,6–1,2 cm de ancho, con 5 mm de espesor, pulpa escasa, amarga o a veces dulce; 8-18 artículos del endocarpo, indehiscente (Burkart (1976).
Es una especie dominante de la vegetación. En la parte norte del monte convive con Prosopis chilensis, en el Chaco Árido con Prosopis nigra y Prosopis pugionata y en el caldenal con Prosopis caldenia.
ENCINA
Es un árbol de talla media, alcanzando los 16 a 25 metros de altura como máximo; en estado natural es de copa ovalada al principio que después va ensanchándose y queda finalmente con forma redondeado-aplastada. Suele formar de joven matas arbustivas que se confunden con la coscoja (Quercus coccifera) y en ocasiones se queda en ese estado de arbusto por las condiciones climáticas o edáficas del lugar.
Las hojas, que son perennes (permanecen en el árbol entre dos y cuatro años, con una media de 2,7 años), coriáceas y de un color verde oscuro por el haz y más claro por el envés, están provistas de fuertes espinas en su contorno cuando la planta es joven y, en los adultos, en las ramas más bajas, careciendo de ellas las hojas de las ramas altas. Esto la hace parecerse, cuando es arbusto, al acebo.[1] El envés de las hojas está cubierto de una borra grisácea que se desprende al frotarlas y por la que se puede distinguir fácilmente las encinas jóvenes de las coscojas, cuyas hojas carecen de ese vello y son de un verde vivo por el envés. Estas hojas, muy duras y coriáceas, evitan la excesiva transpiración de la planta, lo que le permite vivir en lugares secos y con gran exposición al sol, como la ribera mediterránea.
La corteza es lisa y de color verde grisáceo en los tallos; se va oscureciendo a medida que crecen y, alrededor de los 15 a 20 años, se agrieta en todas direcciones, quedando un tronco muy oscuro, casi negro.
Amentos colgantes
Amentos colgantes
La encina es planta monoica y sus flores masculinas aparecen en amentos primero erectos y finalmente colgantes, que toman un color amarillento, luego anaranjado y al final, a la madurez, pardo. Se dan por toda la copa, aunque preferentemente en la parte inferior y en algunos ejemplares con más abundancia que las femeninas, por lo que estos pies son poco productores de frutos.[2] Las flores femeninas son pequeñas; salen aisladas o en grupos de dos, sobre los brotes del año y en un pedúnculo muy corto, presentando en principio un color rojizo y a la madurez un amarillo anaranjado. Florece en los meses de abril o mayo.
Las encinas se cultivan principalmente por sus frutos, las conocidas bellotas. Son unos glandes de color marrón oscuro cuando maduran (antes, lógicamente verdes), brillantes y con una cúpula característica formada por brácteas muy apretadas y densas, que los recubren aproximadamente en un tercio de su tamaño. Se distingue también de la coscoja la caperuza de las bellotas, ya que en esta recubre el glande hasta la mitad y el exterior es punzante, no así en otras especies de Quercus cuyas bellotas a veces son muy parecidas a las de la encina. Maduran de octubre a noviembre y algunos años incluso en diciembre.
ALCORNOQUE
Tiene una corteza gruesa y rugosa. Con el tiempo la corteza llega a tener un grosor considerable, y se puede recolectar cada 9 (Cádiz)-14 (Sierra de Espadán) años, según la calidad de estación en que se encuentre corcho, sobre todo por la cuantía y distribución anual de precipitaciones. El grosor óptimo de recolección lo marca el diámetro de los tapones, puesto que es el producto obtenido del corcho con mayor valor añadido. Un tapón estandard tiene 24 mm, por lo que un grosor óptimo de corcho sería de unos 30 mm. La recolección del corcho no daña en absoluto al árbol, ya que puede volver a producir una nueva capa, haciendo el recurso totalmente renovable. El árbol se cultiva extensamente en España, Portugal, Argelia, Marruecos, Francia, Italia y Túnez. Los alcornocales cubren una superficie de 2,5 millones de hectáreas en estos países. Portugal tiene el 50% de la producción mundial, y en este país la tala está prohibida excepto por gestión forestal o para árboles viejos e improductivos.
Tronco de alcornoque
Los alcornoques viven entre 150 y 250 años. El corcho bornizo es el que se obtiene en la primera recolección, que se hace cuando el árbol alcanza los 30-50 años de edad. A partir de entonces se puede recolectar cada 9-14 años. La recolección del corcho es completamente manual.
La industria europea del corcho produce 340.000 toneladas de corcho al año, por un valor de 2,5 millones de euros (a un valor promedio de 0,7 céntimos de euro por kilo de corcho), y da empleo a 30.000 personas (con una excelente ratio de un empleo creado por cada 83 euros de corcho). Los tapones para vino representan un 15% del uso del corcho en peso, pero representa un 80% del negocio.
viernes, 18 de abril de 2008
LA FLORA
En Andalucía encontramos diversas formaciones vegetales. Las más extendidas son el bosque y el matorral mediterraneos, adaptadas a las altas temperaturas y a la escasez de agua.
El bosque mediterráneo presenta una gran variedad de árboles y arbustos. Los árboles tienen hojas pequeñas y profunda raízes para aprovechar la poca agua disponible. Las especies más importante son la encina, el alcornoque, el pino y el pinsapo, que es el único abeto mediterráneo.
En el matorral mediterráneo abundan las plantas aromáticas, como la lavanda y el tomillo.
En la ribera de los ríos aparecen los bosques de ribera, con especies como los sauces, chopos, olmos y álamos.
En las zonas húmedas, como las marisma, crecen le enea, el junco y la espartina, plantas que viven con el tallo sumergido en el agua.
El bosque mediterráneo presenta una gran variedad de árboles y arbustos. Los árboles tienen hojas pequeñas y profunda raízes para aprovechar la poca agua disponible. Las especies más importante son la encina, el alcornoque, el pino y el pinsapo, que es el único abeto mediterráneo.
En el matorral mediterráneo abundan las plantas aromáticas, como la lavanda y el tomillo.
En la ribera de los ríos aparecen los bosques de ribera, con especies como los sauces, chopos, olmos y álamos.
En las zonas húmedas, como las marisma, crecen le enea, el junco y la espartina, plantas que viven con el tallo sumergido en el agua.
GAVIOTA ARGÉNTEA
Es un ave marina muy popular, más abundante en las costas atlánticas que en las mediterráneas. el adjetivo argéntea (plateada) se debe al color ligeramente gris de su espalda y del dorso de sus alas. Forma sus colonias en los puertos pesqueros y el las playas, en cuyos suelos anida. Su alimentación es muy variada. A veces llega hasta zonas del interior, siguiendo el cueso de los ríos.
martes, 15 de abril de 2008
ESPÁTULA
Este ave zancudo de andar elegante debe su nombre a la forma de su pico. Vive en aguas poco profundas de marismas y lagunas,donde se alimenta de pececillos y de larvas acuáticas.Vive
y cría en colonias,a veces mezclada con las garzas.Aunque estaba casi extinguida,gracias a las medidas de proteción se ha vuelto a establecer en las marismas del Guadalquivir.
viernes, 4 de abril de 2008
CAMALEÓN
MELONCILLO
LINCE
CONEJO
miércoles, 2 de abril de 2008
ÁGUILA IMPERIAL
LA FAUNA
En el bosque mediterráneo viven ciervos, jabalíes, lobos, águilas imperiales, buitres y zorros.
Las zonas húmedas de Andalucía tienen un gran valor ecológico, por que son refugios para numerosas aves, como garzas, flamencos y cigüeñelas.
En las zonas áridas se pueden encontrar ranas, lagartijas, lagartos, culebras y conejos.
En el litoral, la fauna es muy variada. Abundan tortugas, camaleones, gaviotas y muchas clases de peces.
Las zonas húmedas de Andalucía tienen un gran valor ecológico, por que son refugios para numerosas aves, como garzas, flamencos y cigüeñelas.
En las zonas áridas se pueden encontrar ranas, lagartijas, lagartos, culebras y conejos.
En el litoral, la fauna es muy variada. Abundan tortugas, camaleones, gaviotas y muchas clases de peces.
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